Llega la hora de ir a la cama, te acuestas, cierras los ojos, comienzas a viajar en sueños y vives aventuras apasionantes, sin ansiedad ni miedos porque sabes en todo momento que estás soñando. Hasta hace unos días no conocía el concepto de “sueño consciente o sueño lúcido” pero es una idea que ha fascinado a filósofos, científicos e investigadores desde hace siglos.
El “sueño lúcido se caracteriza porque el soñante es consciente de estar soñando” y, aunque yo lo haya descubierto esta semana, en realidad el término se remonta al siglo XIX en la obra “Los sueños y cómo controlarlos” escrita por el francés León d’Hervey de Saint-Denys.
Saber que estás soñando tiene sus ventajas, sobre todo porque ofrece la posibilidad de controlar voluntariamente las acciones, el contenido y la evolución de lo que ocurre en los sueños, haciendo que sean más plácidos, más tranquilos y facilitando así un mejor descanso. Los estudios publicados asocian los sueños lúcidos a un mejor descanso y un estado positivo de ánimo al despertar. Incluso existen trabajos científicos que muestran que tener cierto grado de control sobre lo que sucede en los sueños abre opciones muy interesantespara la vida diaria, tu trabajo o tu crecimiento personal. Se pueden usar los sueños a tu favor y ensayar discursos, repasar exámenes o prepararte para eventos que ocurrirán el día siguiente, también puedes usarlos voluntariamente para generar nuevas ideas o simplemente para divertirte y descansar.
Es posible que tú mismo hayas experimentado en alguna ocasión este tipo de sueños lúcidos. Sin ir más lejos, un reciente metaanálisis recopilando 50 años de investigación sobre el tema afirma que el 55 % de las personas estudiadas habían experimentado al menos un sueño lúcido en su vida, y la mitad de ellas los tiene de forma habitual. Muchos de estos eventos de sueños lúcidos ocurren de manera fortuita pero también es posible desarrollarlos mediante diferentes métodos y técnicas.
La literatura científica al respecto es amplia y nos ofrece una amplia gama de técnicas que pueden ayudar a alcanzar el sueño lúcido. Hace unos días, el biólogo y divulgador Antonio Osuna recogió algunas de las prácticas más utilizadas para conseguirlos: Pruebas de realidad, volver a la cama (WBTB) e inducción nemotécnica de sueños lúcidos (MILD.
Pruebas de realidad
Seguramente es la más sencilla de todas y consiste, precisamente en realizar pequeñas pruebas durante el día para luego usarlas durmiendo y poder diferenciar realidad y sueño. Esta técnica se basa en la noción de que las pruebas diarias repetitivas establecidas cada dos horas finalmente se incorporan al sueño de una persona, lo que les permite distinguir entre sueño y vigilia, lo que a su vez induce la lucidez del sueño.
La costumbre de realizar pruebas de verificación de la realidad mientras estamos despiertos ayuda a desarrollar un recurso cognitivo de diferenciación habitual cuando dormimos. “Una forma recomendada de hacer este test es cerrar la boca e inhalar por la nariz. Se basa en el hecho de que al dormir perdemos el control de los músculos de la boca. Si intentamos hacer esto, y tenemos la sensación de que nos entra aire teniendo la boca cerrada, es que estamos soñando”.
Volver a la cama
El concepto también es sencillo, aunque seguramente sea más laborioso de llevar a cabo para los que somos perezosos. Tal y como su nombre indica “Wake, Back to Bed (WBTB) tan solo hay que despertarse después de varias horas de sueño (mínimo 5 o 6 horas), mantenerse despierto unos 10 minutos y regresar a la cama a dormir un par de horas más. Durante esa segunda etapa dormiremos en un estado de mayor alerta y al alcanzar la fase REM tendremos mayor facilidad de alcanzar sueños lúcidos.
Inducción nemotécnica de sueños lúcidos
Dicen que “querer es poder” y, aunque en la mayoría de las ocasiones tan solo es una frase hecha, en este caso puede tener algo más de sentido. Esta técnica de inducción al sueño lúcido se basa en la costumbre y la repetición noche tras noche mientas nos dormimos la idea de que “cuando sueño, voy a ser consciente de que estoy soñando”.
Un estudio publicado en 2017 reunió a un grupo de 169 voluntarios en Australia que completó un cuestionario previo, proporcionó datos de registro de referencia en la Semana 1 y practicó técnicas de inducción de sueños lúcidos en la Semana 2. Los resultados mostraron que la combinación de estas tres técnicas (pruebas de realidad, WBTB y la técnica MILD) resultó ser efectiva para inducir sueños lúcidos a aquellos que no los tenían en la Semana 1. (Yahoo/noticias).