Que la nutrición va ligada al ejercicio físico diario no es ninguna novedad y eso de que los abdominales se hacen en la cocina es tan cierto como que diseñar una dieta basada en las restricciones nunca funciona, porque no consigue resultados a largo plazo. Elegir alimentos saludables y variados con los que crear un plan sostenible es el camino que recomiendan todos los nutricionistas; y aunque el entrenamiento diario se incluya entre sus consejos para cambiar nuestros hábitos a mejor, hacerlo como excusa para comer sin medida no.
El deporte como seguro de vida
Sara Álvarez, creadora y fundadora de Reto 48, no duda al afirmar que «hacer deporte ayuda a estar más sano, de mejor humor, fortalece el sistema inmunológico y hace que el cuerpo se vea más esbelto, pero también tiene beneficios para nuestra piel».
Parece ser que el ejercicio físico adaptado al estilo de vida y a las capacidades individuales también tiene beneficios en la belleza; la experta asegura que «nos ayuda a descansar y dormir mejor y este hecho es fundamental para que la piel se repare y se regenere con mayor facilidad».
Entrenar como método de compensación
Tras repasar solo algunos de los muchos beneficios que brinda la actividad física, nos detenemos ante la posibilidad que abre ante algunos de compensar una alimentación poco equilibrada. De esto nos habla Carolina López-Tejero, psicóloga, coach nutricional, instructora certificada en yoga y pilates y fundadora de Swan by Carolina: «Entrenar, por sí solo, no te da carta blanca para comer sin límites o para ‘ganarte’ la comida. Esa mentalidad es una trampa».
Los alimentos que optimizan el entrenamiento
Con toda la teoría sobre la mesa, llega el momento de llevarla a la práctica y para ello contamos con Alexia Macher, trainer de KO Urban Detox Center y dietista-nutricionista, quien nos habla de los nutrientes que potencian los resultados del ejercicio físico:
Antes de entrenar: «Si sueles tolerar bien los alimentos antes de entrenar, debes priorizar la ingesta de carbohidratos, ya que estos serán tu principal fuente de energía durante el movimiento y potenciarán tu rendimiento deportivo. Mientras más nos acerquemos a la hora de entrenar, tendremos que consumir carbohidratos de rápida absorción y disminuir la ingesta de aquellos que tengan más fibra ya que, en este caso, lo que buscamos es tener energía disponible para utilizarla durante el entrenamiento y la fibra suele ralentizar la digestión, ralentizando también esa obtención de energía». La experta añade que una fuente de proteínas ayuda a mantener la masa muscular.
Por último, Macher resalta el valor de los antioxidantes: «Nos ayudarán también a disminuir la inflamación, reducir el daño celular y facilitar la recuperación muscular. Dentro de los alimentos antioxidantes destacan los frutos rojos (arándanos, fresas, moras, frambuesas), kiwi, nueces y almendras, semillas de chía, chocolate negro, espinaca, kale, té verde, cúrcuma, etc”. (Hola.com).