A dos meses de las elecciones presidenciales del 28 de julio, la autoridad electoral de Venezuela anunció este martes que retira su invitación a la Unión Europea (UE) para observar los comicios, después de que el bloque ratificara sanciones contra funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.
«Venezuela revoca y deja sin efecto la invitación que envió a la Unión Europea», anunció el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, al leer ante la prensa un comunicado en el que pidió un «levantamiento total» de sanciones y «el cese de la posición hostil» del bloque.
La delegación de la UE en este país sudamericano lamentó «profundamente» esta «decisión unilateral», en una nota oficial en la que llamó a «elecciones creíbles, transparentes y competitivas, respaldadas por la observación internacional».
«Hacemos un llamado al Consejo Nacional Electoral» a «reconsiderar su decisión», subrayó la representación europea, al sostener que la invitación para observar las elecciones había sido acordada por delegados de Maduro y partidos de la oposición en octubre del año pasado en acuerdos firmados en una mesa de negociación en Barbados.
La UE ratificó a mediados de mayo sanciones contra 50 funcionarios, aunque suspendió temporalmente la de Amoroso, quien entonces tachó la medida de «chantaje», así como la de otros tres exdirectivos del CNE.
El vocero del servicio diplomático de la UE, Peter Stano, declaró entonces que la decisión de retirar la sanción contra Amoroso reafirmaba el «compromiso y apoyo (del bloque) al buen progreso del proceso electoral» y buscaba «fortalecer los esfuerzos venezolanos» hacia los comicios.
Maduro buscará un tercer mandato que lo proyectaría a 18 años en el poder. Su mayor adversario es el diplomático Edmundo González Urrutia, designado por la principal alianza opositora, la Plataforma Unitaria, en representación de la líder inhabilitada María Corina Machado. (AFP).