Las verrugas son una enfermedad infecto-contagiosa que puede aparecer a cualquier edad pero que afecta sobre todo a los niños. Las lesiones típicas más frecuentes las constituyen pequeñas pápulas (2-5 mm) de superficie rugosa, áspera y de consistencia más dura que la piel, que se presentan habitualmente en los dedos de las manos, de los pies, en los codos y en las rodillas, es decir, sobre todo en las zonas de mayor roce.
Estas lesiones son asintomáticas e indoloras casi siempre, pero que, por su localización, pueden generar molestias, a veces, importantes. Ello suele suceder con las localizadas en la planta del pie (papiloma plantar), en la zona palmar de las manos o en las rodillas.
Causas de la aparición de verrugas en los niños
Es muy probable que la causa más importante por la que los niños tienen una mayor propensión de padecer verrugas sea el estado de su sistema inmunológico.
Hasta los siete años de edad la competencia de su inmunidad es ineficaz, no está completada y la posibilidad de padecer enfermedades producidas por microorganismos oportunistas es muy elevada.
El simple contacto físico con este tipo de virus es suficiente para que se produzca la infección y la ausencia de una higiene adecuada (lavado de manos) es otro factor importante que la favorece.
Qué tipos de verrugas existen y cómo se pueden prevenir
Por su forma externa, su color y su consistencia se las suele clasificar en verrugas filiformes y verrugas planas. Las verrugas filiformes son pápulas xerofíticas verrugosas con una base delgada o pediculada. Las verrugas planas son pápulas de 2-4 mm aplanadas que suelen aparecer en las manos y en la cara.
Medidas para prevenir la aparición de las verrugas
Unos buenos hábitos de higiene y sobre todo el frecuente lavado de manos es el medio más sencillo y eficaz para prevenir su aparición.
El cuidado de las manos, evitar los padrastros, no morderse las uñas y evitar microtraumatismos son también medios eficaces.
¿Cuáles son los mejores tratamientos para eliminar las verrugas?
El medio más utilizado para combatir las verrugas es la crioterapia a través de la aplicación de nitrógeno líquido, un recurso generalmente eficaz, pero no resolutivo al 100 %.
La cauterización es otra posibilidad terapéutica y a diferencia de la crioterapia, en la que la verruga se congela, en este método la verruga se quema. (Hola.com).