El proyecto de transmisión de energía eléctrica Colectora, que busca fortalecer el sistema energético nacional desde La Guajira, avanza con paso firme en sus componentes técnico, social y ambiental.
En materia técnica, el proyecto muestra un avance sólido, gracias al trabajo de los equipos en terreno.
Mientras en el tramo Cuestecitas – La Loma se han finalizado 509 cimentaciones, montado 487 torres y están en proceso 182 kilómetros (km.) de tendido; en el tramo Colectora – Cuestecitas, se construyen actualmente 148 cimentaciones y se han montado 46 torres. Para un avance general del 81 % del proyecto Colectora, lo cual refleja el compromiso de la empresa, las comunidades y las autoridades.
“Colectora no solo lleva energía, lleva esperanza. Lo que estamos construyendo en La Guajira es una infraestructura pensada para durar, pero también una relación basada en el respeto mutuo con las comunidades. Sin ellas, nada de esto sería posible”, afirma Diego García, gerente de proyectos de la regional Norte, de Enlaza.
La empresa en coordinación con las comunidades ha desarrollado 44 proyectos de inversión social en La Guajira y Cesar, las iniciativas abarcan desde mejoramientos de espacios comunitarios, culturales, deportivos y educativos, hasta sistemas de agua y parques infantiles. En el marco de los acuerdos con comunidades étnicas, hay un avance global del 62,5 % en compromisos sociales y culturales, y un 80 % de ejecución en compensaciones socioculturales, reflejando el compromiso con el respeto a la diversidad cultural y los derechos colectivos.
Asimismo, el proyecto continúa implementando medidas de protección ambiental, que buscan minimizar impactos y preservar el entorno natural, con énfasis en la protección de la biodiversidad y los recursos hídricos del territorio guajiro. En el marco de la licencia ambiental, se ha avanzado un 25 % en el aprovechamiento forestal; el rescate y mantenimiento de 20 individuos de epífitas; actividades de ahuyentamiento, una medida clave para minimizar el impacto sobre las especies presentes y la ejecución de monitoreos para verificar la calidad del aire y el ruido durante la fase de construcción, garantizando un desarrollo responsable y en armonía con los ecosistemas locales.