Durante la jornada, los aprendices pusieron a prueba sus conocimientos adquiridos durante la etapa lectiva, enfrentándose al reto de preparar platos representativos de diversas culturas gastronómicas, como la tailandesa, mexicana, japonesa, entre otras. La evaluación contempló aspectos como la creatividad en el emplatado, la combinación de sabores y el uso correcto de técnicas culinarias, sin perder la esencia de cada tradición gastronómica.
La instructora Diana Cadavid, encargada del proceso formativo, destacó la importancia del taller como herramienta integral en la preparación de los futuros cocineros: “Con este taller queríamos que ellos conocieran las diferentes culturas, técnicas, y además hacerlos más competitivos en el mercado laboral, puesto que se van a enfrentar a distintos escenarios y desafíos; y de esta manera ellos van a salir mejor preparados, no solo en teoría sino también con las habilidades necesarias”, afirmó.
Así mismo, cabe resaltar la participación de aprendices que actualmente son patrocinados por empresas del sector gastronómico de la región, quienes no solo acompañan el proceso formativo que dura alrededor de 15 meses, sino que ya han garantizado el desarrollo de su etapa productiva. Este hecho refleja la creciente confianza del sector empresarial en el talento Sena.
Con esta actividad, el Sena Cesar ratifica su compromiso con la formación integral de sus aprendices, promoviendo espacios de aprendizaje experiencial, fortaleciendo habilidades laborales y culturales, y conectando a sus egresados con oportunidades reales en el mercado productivo local e internacional.