En el marco del Día Internacional de las Personas Con Discapacidad, el Sena Cesar desarrolló una jornada vivencial que integró a cuatro fichas de formación en un espacio de reflexión, sensibilización y reconocimiento de la diversidad humana. La iniciativa buscó promover una cultura inclusiva dentro de la comunidad educativa, resaltando la importancia del respeto, la empatía y la valoración de las capacidades de cada persona.
Durante la actividad, los aprendices participaron en diferentes ejercicios didácticos diseñados para acercarlos a los desafíos que enfrentan diariamente muchas personas con discapacidad. Las dinámicas permitieron a los asistentes ponerse en el lugar del otro, comprender sus realidades y reconocer la fortaleza con la que miles de ciudadanos superan barreras físicas, comunicativas y sociales.
A través de experiencias simbólicas, los jóvenes vivieron situaciones que evidenciaron que la dis-capacidad no constituye un límite, sino una oportunidad para desarrollar nuevas formas de relacionarse con el entorno y potenciar habilidades que muchas veces pasan desapercibidas.
El Instructor Pedro Rodríguez destacó el valor humano de este tipo de encuentros y expresó: “Mi experiencia con las personas con discapacidad es excepcional. Más que ayudarlas, es un aprendizaje constante, porque son personas que nos enseñan y se convierten en referentes de superación personal. Ellos, partiendo de su capacidad, hacen todo por salir adelante; y uno, sin tener limitantes, a veces se cohíbe. Acompañarlos y acogerlos es caminar juntos hacia un mundo mejor”.
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