Los trastornos autoinmunes se manifiestan de maneras muy diversas y son muchas las diferentes enfermedades en las que pueden derivar. Una de ellas es la dermatomiositis juvenil (DMJ), que aparece en la infancia o en la adolescencia y que es crónica. Es “más común en niñas que en niños y afecta a la piel (dermato-) y músculos (miositis)”, tal y como nos indica la Dra. Ana Isabel Rebollo Giménez. Actualmente, reumatóloga en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y coordinadora de ERNA-SER (Grupo de trabajo en enfermedades reumáticas de niños y adolescentes de la Sociedad Española de Reumatología).
“Se trata de una enfermedad autoinmune en la cual el sistema inmunológico reacciona de una manera anormal contra los tejidos, causando inflamación y posible daño tisular. En concreto, se ven afectados los pequeños vasos sanguíneos de la piel y los músculos, lo que genera debilidad y dolor muscular, especialmente compromete los músculos del cuello, los hombros, el vientre, las caderas y la parte superior de las piernas”.
La dermatomiositis juvenil es más común en niñas que en niños y afecta a la piel y a los músculos Junto a la debilidad y al dolor que afectan a los músculos, esta patología se manifiesta en la piel mediante erupciones cutáneas típicas que suelen aparecer en áreas como la cara, párpados, nudillos, rodillas y codos, según detalla la especialista, que subraya también que “la erupción cutánea no siempre coincide con la debilidad muscular y, en casos poco frecuentes, otros órganos como el pulmón o el sistema digestivo pueden verse afectados”.
“Una enfermedad crónica como la dermatomiositis juvenil es un reto para toda la familia”, informa la Dra. Rebollo. Las limitaciones físicas no serán iguales en todos los niños o adolescentes con esta patología, sino que variarán en función de la severidad de la enfermedad y de cómo responda al tratamiento cada paciente. En cualquier caso, sí que hay que ser consciente de que “el dolor muscular y sensibilidad en la piel puede dificultar la participación en actividades físicas, la asistencia regular al colegio y la interacción social”. Y todo ello suele acabar afectando a la autoestima y bienestar emocional. (Hola.com).