La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos y los vuelve frágiles o quebradizos. Esto puede afectar significativamente la calidad de vida, ya sea alterando el estilo de vida, incrementando el número de visitas al hospital e incluso provocando la muerte.
Es común creer que la osteoporosis es una parte natural del envejecimiento, pero lo cierto es que se puede evitar siguiendo una serie de medidas. Aquí te contamos cuáles, así como las principales causas de esta afección.
Puntos clave
La osteoporosis es una enfermedad que puede afectar la calidad de vida, ya que debilita los huesos y los vuelve frágiles y quebradizos.
Ciertos factores pueden influir en su aparición, como sedentarismo, mala alimentación, genética, sexo y edad.
Para prevenir su desarrollo se recomienda mantener una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y realizar chequeos médicos frecuentes.
Nuestros huesos se encuentran en un estado constante de renovación. Este proceso es más veloz cuando somos jóvenes, a partir de los 20 años se ralentiza y se estima que aproximadamente a los 30 años alcanzamos la masa ósea máxima.
La osteoporosis suele vincularse a la edad, dado que a medida que envejecemos el tejido óseo comienza a perderse. Por ello, la probabilidad de padecer esta enfermedad dependerá de la masa ósea desarrollada durante la juventud.
Estilo de vida
En este caso la alimentación es una causa fundamental, ya que una dieta baja en calcio contribuye a la disminución de la densidad ósea, pérdida ósea temprana y mayor riesgo de fracturas.
La restricción extrema de alimentos, el bajo peso, consumir alcohol en exceso, y fumar, también debilitan los huesos, tanto en hombres como en mujeres.
Otro aspecto que influye en la salud de los huesos es el sedentarismo. Las personas que pasan mucho tiempo sentadas o no realizan actividades físicas regularmente tienen un mayor riesgo de presentar osteoporosis que aquellas que son más activas.
Herencia y genética
Tener algún miembro familiar con osteoporosis, especialmente si sufrieron fracturas de cadera, incrementa el riesgo de tener osteoporosis.
Esta afección también es común en hombres o mujeres con estructuras corporales pequeñas, ya que tienden a tener menos masa ósea para renovar a medida que envejecen.
La producción y equilibrio hormonal es otro factor de riesgo de osteoporosis. Según explican los especialistas, si los niveles de hormona tiroidea son altos (esto puede ocurrir si tu tiroides es hiperactiva o si tomas medicamentos para tratar una tiroides poco activa) el riesgo de padecer osteoporosis es mayor.
Además, la osteoporosis se ha asociado con la hiperactividad de las glándulas paratiroides y suprarrenales.
Sexo
Las mujeres son mucho más propensas a desarrollar osteoporosis que los hombres, aunque esto no significa que estos últimos están fuera de peligro. Incluso existen estudios que hallaron que los hombres jóvenes tienen más probabilidades de fracturarse que sus pares mujeres.
La diferencia en el riesgo de sufrir osteoporosis según el sexo responde a que los bajos niveles de hormonas sexuales tienden a debilitar los huesos. Esto puede apreciarse, por ejemplo, con la reducción de los niveles de estrógeno que las mujeres experimentan durante la menopausia.
Una mayor probabilidad de pérdida ósea también se puede experimentar en hombres que se someten a tratamientos contra el cáncer próstata (menores niveles de testosterona) o mujeres que se someten a tratamientos contra el cáncer de mama (menores niveles de estrógeno).
Medicamentos y afecciones
Otro factor que puede interferir en el proceso de renovación ósea es el uso a largo plazo de medicamentos corticosteroides orales o inyectados, como la prednisona y la cortisona.
Otros medicamentos que pueden resultar perjudiciales en exceso para la salud de los huesos son los que se usan para combatir o prevenir el cáncer, las convulsiones o el reflujo.
¿Cómo evitar la osteoporosis?
Es importante obtener suficiente calcio mediante los alimentos para mantener los huesos fuertes y prevenir la aparición de afecciones como la osteoporosis. Puedes obtener este mineral incorporando las siguientes opciones en tu dieta: Frutos secos: almendras, avellanas, cacahuates, o nueces, jugo de naranja, lácteos, leche, queso o yogur, entre otros. (HolaDoctor).