La madurez emocional es aquello que todos queremos alcanzar con el tiempo. Una persona madura es capaz de vivir los acontecimientos de la vida con resiliencia, respondiendo de manera asertiva. De hecho, el grado de madurez de una persona se puede determinar según sus reacciones y recursos ante las diferentes situaciones que se va encontrando. Al contrario, una personalidad inmadura es fuente de conflicto y suele generarse a sí misma mucho sufrimiento. Normalmente, la madurez llega con la edad, pero no siempre se alcanza de igual manera ni al mismo tiempo. De la mano del psicólogo Rafael San Román, de ifeel, reflexionamos sobre la definición de madurez en psicología y repasamos cuáles son las características de las personas maduras.
¿Qué es la madurez?
Yo la definiría como un grado de desarrollo suficiente y adecuado a nivel psicológico, coherente con la edad de la persona, que le permite adaptarse con razonable éxito a los diferentes desafíos cotidianos y existenciales que va encontrando por la vida», nos explica el psicólogo Rafael San Román.
Ante la pregunta de cuándo se alcanza la madurez emocional, el experto aclara que, en cierto sentido, la madurez es algo que se alcanza y se mantiene, pero, en otro sentido, es una cualidad siempre viva, siempre en desarrollo, y que, por tanto, no acaba de completarse nunca: siempre la podemos mejorar.
Por otro lado, «aunque podemos hablar de madurez a secas, en general, dada la complejidad de la vida humana, también hay que tener en cuenta el punto de vida de madurez para algo (un asunto, una situación) en concreto. Y esa capacidad puede emerger en cualquier momento de la vida», añade.
La madurez emocional no entiende de sexos, es decir, hombres y mujeres pueden ser igual de maduros. «La madurez, como la inteligencia, es múltiple y diversa y no va por géneros. Depende de nuestras características personales, la educación y entrenamiento para la vida que hemos recibido, los ejemplos a los que hemos estado expuestos».
Características de una persona madura
Hay muchos rasgos que definen a una persona con madurez emocional y que nos explica el psicólogo de ifeel.
1. Responde de forma constructiva
Una persona madura tiene la capacidad de afrontar de manera constructiva y más o menos eficaz los diversos desafíos, dilemas o situaciones que se encuentra por la vida.
2. Es coherente
Tiene un comportamiento y un estilo de afrontamiento que en su entorno sociocultural y en el momento histórico que vive se consideran adecuados a su edad cronológica.
3. Entiende sus emociones
Y es capaz de regularlas y expresarlas de un modo constructivo y coherente con la situación que las provoca.
4. Es responsable
Su nivel de responsabilidad es elevado, pero, sobre todo, es adecuado para su edad y, por tanto, le permite actuar con eficacia y desarrollarse bien como persona. Por ejemplo, un niño pequeño con un sentido de la responsabilidad más elevado de lo que le correspondería por su edad puede ser considerado muy maduro, pero si eso se hace excesivo puede generarle problemas que quedan enmascarados tras una supuesta madurez.
5. Asume las consecuencias de sus actos
La madurez, en cierto sentido, se puede relacionar con un tipo especial de inteligencia, de sabiduría. Es la capacidad para saber “leer” bien una situación y actuar eficazmente en ella, tomando responsabilidad en una medida justa, es decir, asumiendo también las consecuencias de los propios actos, o sabiendo hasta dónde se puede llegar.
Consejos para tener más madurez emocional
No existen recetas concretas, pero suele venir bien exponerse -de manera controlada- a ciertas situaciones que percibimos como amenazantes y tendemos a evitar. Actuar en ellas, responsabilizarnos y descubrir que podemos tener un margen de acción, que normalmente no se acaba el mundo y entrenando habilidades para cuando se repitan esas situaciones en el futuro nos puede ayudar a tener más madurez emocional. (Hola.com).