El 22 de julio de 2025, unidades del Gaula Élite, en el marco de la operación Esparta, capturaron a Francisco Javier Bayona Támara, alias Kiko, cabecilla militar del Frente 33 de las disidencias de las Farc, mediante diligencia de registro y allanamiento en zona rural del municipio de San Diego, Cesar, por los delitos de terrorismo, tráfico y fabricación de armas de fuego y concierto para delinquir agravado.
Esta captura representa un resultado de alto impacto contra la estructura armada ilegal del Frente 33, afectando directamente su componente militar en la región nororiental del país.
Alias Kiko tenía una trayectoria criminal de más de 10 años al interior del grupo, con influencia en los departamentos del Cesar y Norte de Santander, lo que demuestra su nivel de conocimiento del terreno, redes criminales y control armado.
Su neutralización afecta el mando y control de aproximadamente 50 hombres en armas que tenía bajo su responsabilidad, debilitando la capacidad operativa del Frente 33.
Este individuo estaba considerado como uno de los criminales más buscados en la región del Catatumbo, debido a su accionar violento y estratégico dentro de la estructura criminal, y figuraba en el cartel de los más buscados del Departamento.
La operación contribuye a la disminución de la confrontación armada con el Eln, grupo con el cual alias Kiko mantenía una disputa directa por el control territorial en el Catatumbo.
Su captura también representa un avance en materia de justicia, ya que está vinculado como indiciado en el secuestro del militar Dayan Leonardo Ávila, ocurrido en noviembre de 2022 en el eje vial entre Ocaña y Ábrego. 8. Con esta acción se desarticulan redes logísticas y criminales asociadas al tráfico de armas, terrorismo y concierto para delinquir agravado, delitos por los cuales se materializó la orden de captura.
El resultado refuerza la presencia del Estado en zonas rurales con alta presencia de grupos armados ilegales, y demuestra la efectividad del trabajo de inteligencia, planeación y ejecución táctica del Gaula Élite.
Este golpe estratégico genera un efecto positivo en la seguridad y tranquilidad de los habitantes del Catatumbo, especialmente los campesinos que históricamente han sido afectados por el accionar de estructuras ilegales como el Frente 33.