Cada vez son más las evidencias que confirman que nuestra alimentación es un factor fundamental en nuestra salud. Una dieta saludable es un pilar fundamental para tratar de evitar la aparición de enfermedades. Pero vamos un paso más allá y nos hemos planteado si una alimentación sana puede ayudar a prevenir la aparición de enfermedades crónicas.
“Depende de la patología en cuestión, pero sí, una alimentación equilibrada es clave para prevenir muchas enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia, cáncer de colon, patologías digestivas o problemas cardiovasculares, al proporcionarnos un entorno antiinflamatorio, mejorar la flora intestinal y fortalecer el sistema inmune”, nos cuenta Daniel Martínez, nutricionista del Centro Médico Vithas Castellón, que indica que “aunque no es garantía absoluta, es un factor preventivo muy potente”.
Las claves de una dieta saludable
Teniendo esto en cuenta, hemos querido profundizar en cómo debe ser una dieta saludable que nos ayude en este cometido. El especialista de Vithas nos comenta que la alimentación debe de ser rica en verduras y hortalizas, tubérculos y legumbres, grasas saludables, y que contenga, al menos, una fruta diaria. “Así mismo, debemos alejarnos de productos ultraprocesados (no confundir con buenos procesados, como un gazpacho, un guacamole, o purés/cremas ya preparadas). Lo esencial es un balance que aporte los nutrientes necesarios sin excesos”, detalla.
La dieta si ya tienes una enfermedad crónica
Otra de las dudas que nos surge es cuando una persona ya padece una enfermedad de carácter crónico. En ese caso, ¿de qué forma puede ayudarnos la alimentación a sobrellevar mejor nuestro día a día? “Una alimentación adecuada puede ayudar a controlar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida”, considera el nutricionista, que nos pone un par de ejemplos concretos.
Alimentos que deberíamos evitar
Existen determinados alimentos que deberían estar limitados en la cesta de la compra de las personas que padecen una enfermedad de carácter crónico. Es nutricionista nos explica que es recomendable reducir alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas refinadas o trans, y, en ciertos casos, de sodio. El motivo es que estos aumentan la inflamación, el riesgo cardiovascular, el azúcar en sangre y la tensión arterial.
Así puede ayudar una dieta antiinflamatoria
Mucho se habla en los últimos tiempos de cómo puede ayudarnos la dieta antiinflamatoria a mejorar nuestra calidad de vida. No es una excepción en el caso de las personas que padecen enfermedades de carácter crónico, para lo que este tipo de alimentación puede convertirse en una buena aliada. (Hola.com).