¿Tu amiga se ha puesto en manos de algún profesional para hacer una dieta y le han quitado determinadas frutas? ¿Se te ha pasado por la cabeza que quizá puedan ser «malas» y te has planteado dejar de tomarlas también? Elisa Blazquez, nutricionista clínica y directora de nutrición de IQtra Medicina Avanzada, nos cuenta que «en algunas dietas terapéuticas se retiran temporalmente ciertas frutas porque pueden empeorar síntomas digestivos en personas con intolerancia a la fructosa o SIBO, que es un desequilibrio de la microbiota y un sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado».
Retirar la fruta temporalmente: ¿sí o no?
Paloma Quintana Ocaña es nutricionista clínica y deportiva, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Diplomada en Nutrición Humana y Dietética, y Técnico Superior en Acondicionamiento Físico. Con más de una década de experiencia, dirige su sello Nutrición con Q y la Clínica Fit con Q, con sedes en Valencia y atención online. Además, tiene un podcast propio, una enorme familia en redes y es autora del libro Cocina, come y pierde grasa. Recetas deliciosas para una vida saludable.
La primera es que el azúcar que contiene la fruta en realidad viene acompañado de una matriz natural donde la fibra, el agua y otros micronutrientes hacen que no tenga, ni muchísimo menos, el mismo efecto que añadir azúcar refinado a partir de otros productos.
El segundo motivo por el que es un error es que, a pesar de que la fruta contiene azúcar naturalmente presente, contiene muy poco. La fruta tiene mucha agua. Entonces, aludir a la cantidad de azúcar para eliminar la fruta es un error.
Ahora bien, ¿dónde puede estar lo cierto? De nuevo hay varios motivos para la experta, según nos explica:
El primero: eliminar la fruta si consideramos que se está consumiendo mucha, desplazando a otros alimentos que convienen más cuando el enfoque es la pérdida de grasa, como fuentes de proteína y grasa natural (por ejemplo, pescado azul, carne, huevos).
El segundo motivo podría ser que se esté haciendo estrictamente una dieta muy, muy, muy reducida en azúcares. Con lo cual, sintiéndolo mucho (porque son alimentos nutritivos, que nos crean mucha adherencia y están ricos, son saludables), a lo mejor sí tiene sentido eliminar fruta.
Y, por último, y muy importante: si alguien está a dieta y ha eliminado algunas frutas, y no tiene nada que ver con la pérdida de grasa, o su nutricionista le ha recomendado eliminar por un tiempo alguna fruta, esto puede ser debido a que sea una dietoterapia, una estrategia. Puede que esas frutas no le estén viniendo bien por alguna patología digestiva.
Fruta sí, pero no todo el tiempo
Según Paloma, «algunas frutas de temporada en la alimentación están genial», pero advierte: «no nos escudemos tanto en que la fruta es saludable para estar todo el día comiendo fruta, porque nos encanta ese saborcito dulce». Nos cuenta que, al final, la fruta no debe ser la base de una alimentación, y ni mucho menos cuando se busca la pérdida de grasa.
Como dice Elisa Blázquez, «hay que tener cuidado con las dietas que restringen alimentos tan sanos como las frutas o las verduras simplemente con el objetivo de perder grasa corporal, no son patrones de conducta adecuados porque demonizan alimentos sanos y necesarios dentro de una alimentación nutritiva». «Solo puede tener sentido retirarlos con fines terapéuticos», reitera. (Hola.com).