EPM radicó ante la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg, un auto en el que se solicita escindir a Afinia, empresa que atiende a 1,8 millones de usuarios en los departamentos de Bolívar, Cesar, Córdoba, Sucre y una parte del Magdalena.
La idea consiste en crear una filial que se encargue exclusivamente de la operación en Cesar, región que exhibe los peores indicadores en cuanto a recaudo y pérdidas; una situación que se traduce en fugas financieras que deterioran la caja y hacen compleja la sostenibilidad en el tiempo.
Tras un análisis separado de sus diferentes mercados en el Caribe, y tras meses buscando la concurrencia del Gobierno para solucionar el problema, desde Afinia identificaron que Cesar tiene varias condiciones particulares: un nivel de pérdidas de energía de 40 % (el promedio total en el área operada por Afinia fue de 27,9 % con corte a diciembre de 2024) y un nivel de recaudo de 59 % (es decir, que, de cada 10 clientes, 4 no pagan por el servicio).
Con esta potencial escisión, la cobertura en Cesar quedaría a Cargo de Energía Atenea y sería la movida para contener el deterioro financiero que su casa Matriz, Grupo EPM, ha divulgado insistentemente desde principios del año pasado, cuando Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín y presidente de la Junta del holding, aseguró que, pese haberle inyectado $ 2,05 billones a Afinia, lejos de dar retornos arrojaba pérdidas mensuales cercanas a $ 90.000 millones mensuales.
La iniciativa se conoce después de que John Maya Salazar, gerente de EPM, indicara que este año habría un plan «agresivo» para reducir las pérdidas de Afinia, filial que se ha visto afectada también por saldos pendientes de la opción tarifaria e impagos en subsidios de energía. Con corte a 2024, las pérdidas anuales totalizaron $ 253.414 millones. (Vía La República).