El Gobierno nacional expidió el Decreto 1390 de 2025 con un nuevo paquete de medidas tributarias con el que busca un recaudo estimado de $ 11 billones para cerrar un faltante fiscal estimado en $ 16,3 billones. La decisión se adopta tras el hundimiento de las leyes de financiamiento en el Congreso y en medio de presiones crecientes por gastos en salud, seguridad, subsidios y atención de desastres naturales.
Las medidas impactan directamente el consumo, el patrimonio, el sector financiero, las compras por internet y actividades como las apuestas online y la extracción de hidrocarburos.
Uno de los principales efectos recaerá sobre el consumo de licores, cigarrillos y bienes considerados de lujo. El IVA para licores y vinos sube a 19 %, al tiempo que se incrementa el impuesto al consumo, con un componente específico de $ 750 por grado de alcohol y un 30 % ad valorem sobre el precio de venta al público, antes de impuestos y/o participación, certificado por el Dane. En el caso de los cigarrillos, se crea un impuesto específico de $ 11.200 por cajetilla de 20 unidades y, por primera vez, se grava con fuerza a los vapeadores y cigarrillos electrónicos, con una tarifa de $2.000 por mililitro de líquido más 30 % adicional sobre el precio de venta al público certificado por el Dane.
También se establece un Impuesto Nacional al Consumo de 19 % para bienes de lujo como yates, barcos, aeronaves y motocicletas de alto cilindraje.
Para 2026, el impuesto al patrimonio se causará a las personas que tengan, al 1 de enero de ese año, un patrimonio líquido igual o superior a 40.000 UVT. Para este cálculo, se toma el valor total de los bienes del contribuyente y se le restan las deudas vigentes a esa misma fecha.












Agencia Digital - Desarrollo web