La Contraloría General hace un llamado al Gobierno Nacional para que, en el proceso de recorte del Presupuesto General de la Nación, adopte una estrategia responsable, austera y equilibrada.
Para el órgano de control es claro que al Ministerio de Hacienda y Crédito Público solo le resta el camino del recorte del gasto en 2026, pues el Congreso de la República aprobó el presupuesto del próximo año con un claro desequilibrio entre fuentes y usos. Mientras los ingresos se aprobaron por $ 530,7 billones, los gastos ascienden a $ 546,9 billones.
El cierre de esta brecha dependía de la aprobación de una Ley de Financiamiento por $ 16,29 billones, que finalmente fue negada y archivada de manera definitiva.
Para la Contraloría General la alternativa más viable es el recorte del gasto el cual debe tener en cuenta las fuertes inflexibilidades que caracterizan su composición, pues según el Ministerio de Hacienda, cerca del 92 % del presupuesto es inmodificable.
Para 2026, la estructura del Presupuesto General se distribuye así: 65,5 % en gastos de funcionamiento ($ 358,1 billones), 18,4 % en deuda ($ 100,4 billones) y 16,1% en inversión ($ 88,4 billones).
Para el ente de control es fundamental que los recortes presupuestales se realicen con un enfoque que asegure la continuidad de los servicios públicos esenciales, evitando un aumento del déficit que ponga en riesgo la estabilidad económica del país y la sostenibilidad de las finanzas públicas evitando generar desequilibrios fiscales a largo plazo.












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