Las acciones violentas en Colombia aumentaron un 45 % durante el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2024, y hasta mayo fueron registrados 603 hechos de este tipo, a pesar de que el país tiene abiertos nueve procesos de paz con distintos grupos armados ilegales.
Así lo revela el informe ‘La paz, ¿cómo vamos?’, presentado este miércoles por Vivamos Humanos y la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), en un acto en Bogotá que contó con la participación del expresidente Ernesto Samper (1994-1998), diplomáticos, representantes de delegaciones de paz y líderes regionales.
«Vamos a cerrar el año 2025 con más de 1.200 eventos violentos, lo podemos confirmar desde ya», alertó Lina Mejía Torres, coordinadora de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de Vivamos Humanos.
Esa cifra supondría un récord respecto a los años 2023 y 2024, cuando no se superaron los 1.100 casos.
El informe destaca que en 2025 persisten dinámicas violentas con graves afectaciones a civiles, incluyendo homicidios, desplazamientos forzados, confinamientos, desapariciones y violencia sexual.
«Cuando uno tiene ocho incendios en la casa, no puede apagar solo uno», advirtió Samper, al pedir un enfoque integral frente al conflicto.
Para el expresidente, la disyuntiva del país no es entre paz o guerra, «sino entre paz y paz», e instó a avanzar hacia una «territorialización de la paz» con mínimos humanitarios que protejan a las comunidades más afectadas.
Los procesos de diálogo actuales son parte de la estrategia de ‘paz total’ del presidente colombiano, Gustavo Petro, como continuación del acuerdo de paz firmado en 2016 con la antigua guerrilla de las Farc.
Aunque ese acuerdo logró la dejación de armas de la mayor guerrilla latinoamericana, tras la firma de la paz surgieron nuevos actores armados que mantienen vivo el conflicto.
Hoy están activos nueve procesos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln); con la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor de Bloques y Frentes (EMBF), ambas disidencias de las Farc; con las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también llamadas Clan del Golfo; con bandas armadas de Medellín, Buenaventura, el Cauca y Nariño, y con agrupaciones locales. (EFE).