En el marco del fortalecimiento de capacidades operacionales, sesenta y un soldados de la Primera División del Ejército Nacional iniciaron un riguroso entrenamiento como enfermeros de combate con el objetivo de potenciar la atención médica oportuna en zonas de difícil acceso.
Esta capacitación realizada en el Batallón La Popa de la Décima Brigada, en la ciudad de Valledupar, Cesar, los participantes fueron instruidos en primeros auxilios en combate, control de hemorragias, inmovilización y estabilización de heridos, reanimación cardiopulmonar, evacuación táctica y manejo de trauma por heridas de arma de fuego o explosivos; de esta manera, los uniformados adquirieron conocimientos esenciales para actuar ante cualquier emergencia en el terreno.
Contar con un enfermero de combate en cada pelotón representa una ventaja clave para las tropas desplegadas en áreas rurales y apartadas, ya que permite actuar de forma inmediata ante lesiones graves, reducir el riesgo de complicaciones y salvar vidas en situaciones críticas.
Esta preparación no solo beneficia a los soldados que cumplen su misión en el área de operaciones, sino también a la población civil que se encuentra lejos de centros de salud. En casos de emergencia, estos hombres entrenados pueden brindar atención médica básica y estabilización hasta que se logre la evacuación a un centro asistencial.