La Defensoría del Pueblo manifiesta su preocupación por las persistentes desigualdades que padecen las mujeres campesinas y rurales en el país en el acceso a la tierra, la educación, la salud y la participación política.
En 2024, el 24,4 % de los hogares rurales con jefatura femenina registraron pobreza multidimensional, frente al 23,4 % de los hogares rurales con jefatura masculina, de acuerdo con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
También el año anterior, el 59,68 % de las víctimas de violencia con lesiones no fatales de causa externa en zonas rurales fueron mujeres (dato del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses).
Colombia cuenta con 10,2 millones de personas que se identifican como campesinas; de ellas, 4,9 millones son mujeres (el 48,8 % de ese grupo poblacional), según cifras del Dane.
Las mujeres campesinas desempeñan un rol determinante en la agricultura y la economía rural, ya que lideran proyectos productivos y contribuyen a las labores de economía del cuidado; sin embargo, aún enfrentan situaciones de violencia, desplazamiento forzado, entre otras situaciones.
Tanto las mujeres campesinas como las dedicadas a actividades de la pesca desempeñan un papel crucial en la economía campesina, familiar y comunitaria.